22.9.22

Reflexiones varias en una fecha señalada (para mí)

Introito

Otra vez han pasado un montón de meses y esta pobre bitácora sin actualizar. ¡Con todas las cosas sobre las que podría escribir! Sobre todo, relacionadas con mi trabajo, tan conocido y tan desconocido a la vez. Pero la pereza, la desidia... El plantearse retos y no cumplirlos... No prometo nada, pero como hoy es una fecha señalada (al menos para mí), he decidido borrajear algunas cosas en este mi primer blog, abierto hace ya más de diecisiete años (el 4 de julio de 2005, para ser preciso).

28 x 2

Y es que tal día como hoy, hace veintiocho años, cumplí veintiocho. Se dice pronto. Ya comenté el año pasado que a veces me cuesta creerlo (¡ya estoy más cerca de los sesenta que de los cincuenta!), pero la realidad es la que es. Y como la realidad es un rollo y una incesante fuente de preocupaciones (simplemente poned un telediario o leed un periódico), prefiero la ficción. Hoy cumple cuarenta años mi querida Susana Gutiérrez Mon. No se me ocurre mejor felicitación que decirle que sigo intentando ponerla en acción. Estoy ahora mismo enredado con la número diecisiete de sus novelas, y nunca mejor dicho lo de enredado. Por algún sitio leí que hay escritores "con mapa" y escritores "exploradores" (o algo semejante). Los primeros tienen bien trazado todo el camino de su narración y a ello se ciñen cuando escriben sus novelas. Los segundos van entrando por senderos desconocidos a ver qué se encuentran en ellos. Si yo fuera escritor, sería de los "exploradores"; en este caso se corre el riesgo de perderse y no encontrar una salida al laberinto. Ahí estoy yo ahora...

Doble vida


Y ya que he mencionado a Susana, permitidme que hable de la última de sus novelas que fui capaz de terminar, allá por el mes de mayo. Doble vida se titula y, la verdad, la forma en la que se me ocurrió escribirla fue un tanto chusca. Fue en noviembre de 2021, época en la que suelo comprar a mis hijos los llamados "calendarios de Adviento", es decir, ese grupo de chocolatinas de formas diversas que están escondidas detrás de casilleros con los días que faltan hasta que llega la Navidad, desde el 1 hasta el 24 de diciembre. Iba yo andando por la calle, en busca de la chuchería, y me decía "mira qué buen padre eres, que vas a comprar esto a tus niños". Y, de inmediato, "¿y si un supuesto buen padre que también iba a comprar esto luego resultase ser otra cosa?" Ahí estuvo el germen.

Otra cuestión un tanto chusca ha sido que la he presentado al premio Amazon 2022. Ya había oído hablar de este certamen en otras ocasiones; está destinado a quienes nos autopublicamos en su plataforma. No sé si habrá tenido que ver algo, pero es cierto que, al menos durante el verano, he podido ver que ha habido gente que ha leído mis cosas, ya sea adquiriendo el libro o, sobre todo, leyéndolo gratuitamente (mejor dicho, "leyéndolos", pues fueron varios los que la gente se animó a hojear, electrónicamente hablando, claro está) si se está suscrito al programa Kindle Unlimited. Supongo que el premio no está a mi alcance (he visto otros libros que se han presentado y se nota que hay un gran trabajo detrás y no solo de quienes lo han escrito), pero al menos mi frágil ego tuvo un pequeño refuerzo al ver esos números de páginas leídas.

Por cierto, si os interesa, la novela se puede conseguir en este enlace.

Coda

No me atrevo a asegurar nada -ya a comienzos de año me propuse bien cerrar mis blogs o bien intentar ser un poco más regular en sus actualizaciones-, pero intentaré que no pase tanto tiempo entre entrada y entrada. Supongo que me reiré bastante cuando relea esto...

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