9.5.07

Library Marketing for Dummies VI: Evaluación y calidad de los servicios, 1ª parte


Entramos en la final de este pseudocursillo "copia-pega" de mercadotecnia bibliotecaria para principiantes metiéndonos de lleno con dos conceptos muy en boga hoy en día: "evaluación" y "calidad"

Pero antes...

La justificación del servicio bibliotecario

Está claro que nuestra misión fundamental es dar servicio a nuestros usuarios, pero también hemos de justificar estos servicios ante la sociedad y sus autoridades políticas de las que depende nuestra financiación. Hasta ahora no se consideraba esto necesario; casi siempre la preocupación máxima de los bibliotecarios ha sido el proceso técnico dejando de lado otros aspectos, como reflexionar sobre los servicios que se prestan y si realmente se adecúan a las necesidades de los usuarios.

En una sociedad democrática la opinión pública es un factor importante para marcar el camino que han de seguir los servicios públicos. La administración está siempre en el punto de mira de la sociedad y ha de demostrar la rentabilidad del dinero que cuesta el mantenimiento de los servicios que presta; esta rentabilidad viene marcada por la calidad de esos servicios. Es evidente, pues, que las bibliotecas sostenidas con dinero público han de justificarse ante esa opinión pública, a la que han de mostrar que se esfuerzan por prestar unos servicios cada vez mejores y que rectifican cuando es necesario.

Pero esto no es aún habitual en España. Por ello, ni la sociedad ni los políticos (que son los que sueltan el dinero) las valoran adecuadamente. Nosotros mismos no nos preocupamos de demostrar la utilidad y los beneficios de lo que ofrecemos y ello causa, bien que involuntariamente, el poco aprecio que la sociedad tiene por nuestro trabajo. La imagen que se tiene de nostros es irreal, lejana, incluso equivocada (sala de estudios). Los políticos, que siempre tienen muy presente lo que piense la sociedad, esto es, la opinión pública, tampoco nos ven como algo útil (a no ser que haya por medio una inauguración en campaña electoral).

A todo esto se une que las bibliotecas no disponen de mecanismos adecuados para presentar datos que justifiquen su servicio. Lo que se presenta o es muy pobre o dice muy poco. El número de volúmenes, de ejemplares de revistas o de bases de datos accesibles no dicen nada sobre el funcionamiento de la biblioteca. Es preferible que estos datos se relaciones con los usuarios, es decir, que sean dinámicos y no estáticos; si se relacionan con un grupo de usuarios determinado se tendrá esa visión dinámica que es la realmente interesante. Vamos, que dice más el número de préstamos per capita que el número total de préstamos.

Lo importante, pues, es cambiar nuestra visión: de algo estático, que trata datos absolutos a otra cosa, más dinámica, donde lo que realmente vale son los datos sobre las relaciones que la biblioteca establece con sus usuarios mediante los servicios que presta. Así se mejoraría la percepción que se tiene de nuestro trabajo.

Continuará (me temo)...

No hay comentarios :