13.3.13

Jornada sobre la Educación Abierta en la UC3M : Resumen (I)


En el marco de la Semana de la Educación Abierta, que tiene lugar entre los días 11 y 15 de marzo, la UC3M celebró el pasado lunes día 11 una Jornada sobre la Educación Abierta que quien esto escribe se encargó de "tuitear" desde la cuenta de nuestra biblioteca (@biblioteca_uc3m). Basándome en ello voy a intentar resumir (me temo que en varios mensajes) las muchas cosas interesantes que allí se dijeron.

La Jornada se dividió en tres sesiones. La primera, moderada por el vicerrector de Calidad y Plan Estratégico de la UC3M, Mikel Tapia, se tituló Educación abierta y universidades, y en ella participaron, además del prof. Tapia , que también se encargó de dar la bienvenida a los asistentes a la Jornada, Carlos Delgado Kloos (@cdkloos), vicerrector de Infraestructuras Académicas y Medio Ambiente de la UC3M y Pedro Aranzadi, Director General del portal Universia.

Primero se proyectó el siguiente vídeo introductorio:

A continuación, intervino Carlos Delgado Kloos: ¡Ábrete, sésamo! Abriendo la universidad. Nos habló de los numerosos cambios habidos en el campo de la enseñanza y el aprendizaje: en el personal y equipamiento, en el ritmo de aprendizaje y en la metodología pedagógica. Gracias a estos cambios, se han podido crear recursos de forma masiva y con formatos innovadores, se han podido alterar la sincronía o asincronía del aprendizaje, pasando de la sincronía total profesor-alumno tradicional (ya sea de forma presencial o no), a la asincronía total (por ejemplo, en OpenCourseWare) y la sincronía parcial (el caso de los MOOC) y se han empezado a utilizar métodos nuevos como el conocido como "flipping the classroom" (que no es "flipar en clase", advierto, sino que se podría expresar en nuestro idioma como "dar la vuelta a la clase").

Pero asimismo cambia el "modelo de negocio": educación en abierto y gratuita, algo que tampoco nos ha de extrañar porque es el modelo imperante en  Internet: casi todo es de acceso libre, casi todo es gratuito, pero... Siempre hay algo por lo que hay que pagar, unos servicios añadidos a esa gran cantidad de servicios libres, unos valores añadidos que no serían gratuitos, un modelo que se podría designar como "freemium" (por free + premium).

Este proceso de cambio que está sufriendo la educación tiene su paralelo en lo que ha sucedido con la prensa o la música: del pregonero del pueblo o los conciertos en directo a la prensa en papel o los discos de vinilo o CD y de ahí a la difusión digital. En muchos casos gratuita, pero con determinados servicios de pago (acceso completo a artículos o música sin publicidad insertada, por ejemplo).

La UC3M se va adaptando a este cambio, por ejemplo introduciendo vídeos en su plataforma docente Aula Global (aunque es un entorno cerrado), utilizando la metodología Khan para crear cursos cero (preparación para estudiantes que se van a incorporar al Grado), subiendo MOOC a la plataforma Miríada-X o elaborándolos con Google Course Builder; también de cara al exterior mediante nuestro portal de vídeos (Arca), YouTube o iTunesU.

Por otra parte, y en lo que se refiere a la investigación, se da la paradoja de que los investigadores escriben, revisan y maquetan artículos científicos de forma gratuita, luego las editoriales los publican y hay que pagar (bastante) por consultarlos. De ahí la importancia de la publicación en abierto para acabar o al menos mitigar esta extraña situación.

La conclusión general es, pues, que hay que abrir la Universidad, tanto en lo referido a los contenidos educativos como en resultados de investigación.

A continuación, Pedro Aranzadi nos habló, bajo el título Políticas de apoyo de Universia para la educación abierta, de Miríada-X, un proyecto muy reciente (lleva funcionando apenas dos meses) y ambicioso, que ha echado a andar muy deprisa, por lo cual es muy de valorar la valentía de los profesores implicados que están participando con sus MOOC. Aún tenemos cierta desventaja con las plataformas anglosajonas, que tienen un mayor rodaje, pero la distancia no es tanta.

Pero el antecedente es OCW, una iniciativa del MIT en la que Universia participó desde el principio; gran parte de los componentes del consorcio OCW provienen de España e Iberoamérica. El camino recorrido desde entonces ha servido para lanzar con ciertas garantías los nuevos MOOC, con una característica fundamental: el idioma, español o portugués.

A este esfuerzo han contribuido varios actores: por un lado las universidades, que crean los cursos y se implican por medio de las comisiones sectoriales académicas y de TIC, Telefónica, que aporta la plataforma, los programas y el sistema, en principio de código abierto, y el Santander por medio de Universia, que contribuye con el tráfico de los diferentes portales que conforman la red de universidades.

Además, como acicate para el lanzamiento de Miríada-X, se ha convocado un premio al mejor MOOC dotado con 10.000 €, así como un accésit de 4.000 €. Algunos datos sobre lo que está ocurriendo en la plataforma son:

  • Los primeros MOOC empezaron el 31 de enero; concluirán el 25 de abril y los premios se entregarán el 2 de mayo.
  • El país más representado es España, seguida de Colombia.
  • El curso con más estudiantes apuntados tiene más de 31.000
  • Tres de los cuatro cursos con más estudiantes son de idiomas
Llama la atención la gran repercusión que ha tenido la plataforma en los medios a pesar de una publicidad modesta: esto es achacable a la gran difusión que ha habido en las redes sociales, especialmente Twitter, lo cual da una idea del gran potencial de los llamados medios sociales para captar usuarios para la plataforma. Ahora mismo hay más de 160.000 usuarios y, si se mantiene el crecimiento actual, esperan llegar al millón a finales de este año.

Sobre el futuro... El retorno de esta fuerte inversión es incierto. Habrá una especie de "selección natural" de los cursos y la universidad irá perdiendo su papel intermediador, pero lo que nunca perderá será el de acreditación. En este momento se está utilizando mucho la evaluación por pares, pero aún no se ha logrado encontrar un algoritmo "definitivo" para considerarla satisfactoria. Entonces, ¿cómo evaluar? Hay que poner de acuerdo a las universidades para llegar a una normalización de las pruebas, pero es muy complicado. Tal vez hubiera que crear una red de centros donde se realizasen exámenes presenciales que llevasen a la acreditación, lo cual incluso podría ser un embrión de un espacio iberoamericano de educación superior.

Otra cuestión peliaguda es la económica. Ahora mismo se trata sólo de sacar lo comido por lo servido, pero en el futuro la cosa no se plantea así. Una opción es el cobro por las acreditaciones, que sería diferente según el tipo, definido de la siguiente manera:
  • Reconocimientos de participación (si se han realizado al menos el 80% de las actividades propuestas)
  • Certificados de aprovechamiento.
  • Certificados con examen presencial.
Este último aspecto es el más problemático, pero se hizo mención de una experiencia del Grupo 9 Universidades para crear una red de centros donde realizar exámenes de este tipo.

(Continuará)

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