En la tercera sesión, titulada Experiencias y tendencias de la educación abierta en universidades españolas (UNED, UPM, UC3M) participaron Edmundo Tovar, director de la Oficina OCW de la Universidad Politécnica de Madrid, Ángeles Sánchez-Elvira, Directora del Instituto Universitario de Educación a Distancia de la UNED y Teresa Malo de Molina, directora del Servicio de Biblioteca de la UC3M. Moderó Isabel Barro, directora del Servicio de Informática y Comunicaciones de la UC3M.
Empezó hablando Edmundo Tovar de OpenCourseWare, una iniciativa por los recursos educativos en abierto que forma parte del movimiento "Open Access" o Acceso Abierto. En principio consistía simplemente en publicar recursos educativos en abierto, pero últimamente está sufriendo una transición para incorporar más servicios.
La idea de los recursos educativos en abierto tiene el respaldo de la ONU por medio de la Unesco; OCW es de acceso abierto, pero no tiene apoyo docente ni interacción, ni tampoco certificación. La forma de saber si se han asimilado los contenidos es la autoevaluación. Es difícil realizar un análisis de su utilización, ya que al ser cursos aislados es complicado encontrar datos; para facilitar esta tarea se ha creado un motor de búsqueda y se está intentando normalizar los datos que se puedan recopilar. Sí que se puede indicar que de los cursos que hay en español, la mayor parte están hechos en España y que nuestra universidad, la UC3M, es la segunda universidad española por número de cursos en OCW. Es digno de mencionar, asimismo, que en muchos casos los responsables de OCW en la universidades son PAS, especialmente de Biblioteca (en nuestro caso es nuestra compañera Susan Webster, que, además, se encargó de organizar, y muy bien, esta Jornada).
OCW ofrece muchas ventajas, sobre todo porque supone una aportación para afrontar las necesidades educativas de la sociedad, además de la reducción de costes que conlleva la presentación de una asignatura dentro de esta iniciativa. Pero también hay problemas, como la comunicación con el profesorado (aunque la mayoría de profesores consultados consideran OCW como una iniciativa fundamental) o la diversidad de licencias de los materiales utilizados. Además, el desconocimiento o la falta de reconocimiento suponen rémoras que impiden que muchos profesores publiquen en OCW. En lo que se refiere al reconocimiento, se ha hablado con la ANECA, para que esta agencia pudiese valorar el trabajo realizado en OCW, pero no ha habido resultados. La aparición de los cursos masivos, por otra parte, puede ser un acicate ya que puede suponer la creación de redes de investigación.
Como conclusiones: OCW está muy implantado en España, pero más bien poco en Iberoamérica, y lo que se produce está mayoritariamente en español, hay muy poco en inglés. Reiteró Edmundo Tovar los dos aspectos negativos fundamentales: la falta de apoyo institucional y de incentivos para los profesores.
Fue entonces el turno de Ángeles Sánchez-Elvira, que nos habló de la UNED Abierta. Esta universidad está ya muy acostumbrada a elaborar materiales para consultas a distancia y a la evaluación de su aprovechamiento. La firme voluntad social de la UNED hace que asuma sin reservas la idea de la Unesco de hacer llegar la formación allá donde no hay acceso a ella, para propiciar la inclusión.
Sin embargo, la idea de la UNED Abierta es muy reciente, se trata de organizar los recursos ya existentes para que lleguen a todo el mundo, constituir una puerta abierta por la que acceder a todo lo que produce la universidad: cada espacio tiene su propia biblioteca abierta. Por ejemplo, para poner en abierto la producción multimedia tienen el Canal UNED o, para crear una "presencialidad virtual" cuentan con las aulas AVIP.
Muchos profesores, además, graban sus tutorías para ponerlas a disposición de quien las necesite, se realizan videoconferencias síncronas que graban, utilizan iTunes y, también, las redes sociales. Tienen un canal en YouTube en el que ha habido 2 millones de descargas, unos 45.000 seguidores en Facebook y 34.000 en Twitter.
Con respecto a los cursos en abierto, tienen ahora 45 en diversas plataformas, con un total de 400.000 estudiantes. Son cursos que han evolucionado desde OCW incorporando para ello la socialización de quienes los siguen. La UNED apoyó institucionalmente cursos de acogida autosuficientes para nuevos estudiantes, cursos en los que se hace hincapié en competencias transversales y son muy visuales, con la pretensión de ser atractivos y motivadores.
En cuanto a los MOOC, han surgido súbita, inadvertidamente, pero no considera que haya que tener miedo: enriquecerán la universidad. La UNED participa en tres plataformas: unX (8.000 inscritos), Aprendo (16 cursos, 107.000 inscritos) y Miríada-X (16 cursos, 94.000 inscritos). Los MOOC suponen un ejemplo de inclusión social al romper, por ejemplo, la brecha digital entre estudiantes y docentes. Mirando al futuro, consideran que están abiertos a la innovación y la creatividad en la enseñanza superior.
Prosiguió nuestra directora, Teresa Malo de Molina, que empezó hablando de la evolución de OCW en la UC3M: se puso en marcha en junio de 2006. Al año siguiente hubo un piloto y una primera convocatoria pública. Actualmente hay casi 200 cursos repartidos en 29 categorías. La oficina OCW está gestionada desde la biblioteca; contamos con un repositorio que acaba de implantar el protocolo OAI PMH. Los profesores gozan de bastante autonomía para realizar estos cursos y el principal escollo son los derechos de autor.
Habló después del "Proyecto Genghis", que se puso en marcha en 2012 para adaptar la filosofía de Khan Academy a los cursos cero para nuevos alumnos. Es una metodología cuyos cursos incluyen vídeos breves y sencillos y ejercicios, en los que los estudiantes han de seguir un camino previamente trazado. En ellos el juego, la ludificación, desempeña un papel fundamental y existe un seguimiento exhaustivo de los alumnos.
El curso piloto elegido fue de Física. Se plantearon diversos bloques cada uno de los cuales estaba formado por varios temas. Cada tema tenía su vídeo y sus ejercicios. Los profesores se adaptaron rápidamente a este nuevo modelo. Para elaborar los vídeos se compraron tabletas gráficas con los correspondientes programas para su manejo y la grabación de vídeos; la tableta se utiliza como una pizarra, aunque también se realizaron grabaciones de experimentos completos.
El vídeo expone el concepto y los problemas sirven para ayudar a comprenderlo y practicar sobre él. Se podían realizar hasta ocho veces y se planteaban pistas, para mitigar el aislamiento de la autoevaluación. Se ha mencionado de pasada unos párrafos más atrás la ludificación: fue uno de los grandes éxitos de la iniciativa. Se crearon insignias con importantes monumentos de Madrid para indicar el grado de aprovechamiento, cada una de ellas suponía haber superado los bloques con mayor o menor eficacia. Esto se unía a los puntos que el propio sistema Khan va generando. El nivel de competencia se expresaba con una baraja de ocho cartas y la puntuación, con unas hojitas. Todas estas técnicas de ludificación supusieron un verdadero enganche para los alumnos.
La participación fue muy elevada: de 120 alumnos matriculados para empezar su grado en septiembre, hicieron el curso 97, y de ellos más de la mitad con gran aprovechamiento. Recalcaron como aspectos más motivadores el formato vídeo y el juego. En la parte negativa, tener que repetir los ejercicios. Los profesores también se mostraron muy satisfechos.
El éxito del proyecto llevó a potenciar el grupo MAREA (Multimedia y Recursos Educativos Abiertos), creado en mayo de 2012, que se planteó como objetivos analizar la situación de los recursos educativos en la universidad, ver qué están haciendo otros, trazar políticas en este sentido en la universidad y definir protocolos de actuación. El primero de estos objetivos ya se ha llevado a cabo; se han pasado encuestas a los departamentos, se han comparado los recursos educativos en abierto de otras universidades y se están elaborando recomendaciones.
En la última convocatoria de innovación docente de la universidad, se plantearon el uso de Khan y también la creación de MOOC; para gestionar mejor los recursos se creó la Unidad de Tecnología Educativa e Innovación Docente (UTEID), coordinada desde la biblioteca y en la que, además de este servicio, participan los de Informática y Comunicaciones y Grado, cuyos objetivos son asesorar al profesorado e identificar buenas prácticas y también innovaciones tecnológicas. Para ello cuenta con un Observatorio de Buenas Prácticas, que entre sus misiones tiene elaborar guías a tal efecto, y un Observatorio de Innovación Tecnológica que evalúa herramientas y otros recursos de este tipo.
En conclusión, los objetivos más inmediatos que se plantea la UC3M son:
- Que todos los cursos cero que se realizan sean tipo Khan.
- Con relación a los MOOC, seguir con la participación en Miríada-X y utilizar Google Course Builder para crear nuestra propia plataforma.
- Actualizar y potenciar nuestro propio sistema de gestión del aprendizaje (Aula Global - Moodle)
Con esto terminaron las intervenciones de los miembros de la mesa y comenzó un turno de preguntas. Se inquirió si Miríada-X iba a poder suministrar datos de acceso a la plataforma. Contestó Pedro Aranzadi que sí, ya que estaban embarcados en proyectos europeos relacionados con macrodatos de los que ya irían informando. En relación con el reconocimiento, indicó que insistirían a la ANECA, pero esta agencia es "dura de pelar".
Intervino Teresa Malo de Molina diciendo que se está apoyando al profesorado en las tareas "más ingratas" y también se les pasa información sobre el impacto de sus iniciativas, es decir, su "visibilidad".
Ángeles Sánchez-Elvira expresó su preocupación porque desde las comisiones de expertos se esté proponiendo reducir o eliminar la acreditación docente.
La moderadora, Isabel Barro, preguntó cómo estaban afectando estos cambios a la generación de conocimiento en las universidades. Respondió Edmundo Tovar que precisamente porque aún no somos conscientes del carácter de estos cambios tenemos que hablar de ello. Apostilló Teresa Malo de Molina que hay que apostar fuertemente ya que hay un cambio radical en ciernes y hay que adaptarse a él. Añadió Ángeles Sánchez-Elvira que la gestión de estos cambios siempre abre oportunidades muy interesantes; las generaciones que van a llegar a la universidad están muy acostumbradas a trabajar en red y los docentes se tendrán que adaptar a esto.
Desde Twitter, Eva Méndez preguntó que, dado que el informe de la comisión de expertos del 12 de febrero dice que hay que aprovechar el potencial de las mejores universidades y profesores españoles para sumarse a la iniciativa de recursos educativos en abierto, ¿se tienen que "mojar" las universidades? ¿Apoyará el Ministerio propuestas para la reforma y mejora de la calidad en este sentido? La conclusión fue que no se "mojan" y que habría que crear un sistema de "revisión por pares" para la docencia, según palabras de la propia profesora Méndez.
Clausuró la Jornada Carlos Delgado Kloos: habrá un cambio profundo más pronto que tarde; lo que se abre, mejora. La clave está en compartir, en enseñarnos los unos a los otros; de ahí vendrán las mejoras. Y también es muy importante no ofrecer resistencia al cambio. Recordando que esta Jornada formaba parte de la Open Education Week y agradeciendo la presencia de los asistentes, puso fin a la Jornada nuestro vicerrector.
No hay comentarios :
Publicar un comentario